Rutas

La Ruta es la última etapa que tenemos para madurar el compromiso social y personal, y proyectarlo claramente al exterior. Los chavales que pertenecen a ella comprenden edades

desde los 18 a 20 años,

Ellos son los responsables de su propio desarrollo. Mediante la herramienta del Proyecto Personal de Vida, se plantean objetivos, a partir de los cuales preparan y realizan proyectos. Poco a poco, cada uno, va creciendo hacia el modelo de persona que nos propone el escultismo. Los objetivos se los plantean respecto a áreas como la solidaridad, la justicia y la equidad, medioambiente, encuentros internacionales, etc

 Trabajan en pequeños grupos, llamados clanes (como las seisenas, patrullas…), los cuales son su comunidad de vida, en la que comparten sus experiencias vitales y van creciendo.

El Clan se debe de fijar unos objetivos de trabajo y progresión personal y comunitaria, y actuar en la sociedad ayudando a transformarla.

El kraal de rutas suele estar formado por un animador. El papel del animador podemos decir que es ‘menos activo’ que el de un responsable. Su función no es tanto la de organizar sus reuniones, salidas o actividades, como la de guiarles en esta nueva etapa, dotarles de responsabilidad y ser un apoyo en situaciones que lo requieran, cuando tengan dificultades para avanzar en sus proyectos y aspiraciones, ofreciéndoles los medios necesarios.

El aprendizaje en esta etapa se basa en la propia experiencia, a través de dinámicas al principio y posteriormente de la gestión de proyectos que ellos mismos se proponen.

Lo importante no es el resultado final, sino el desarrollo: cooperar, superar dificultades, planificar, trabajar en equipo…